El hombre más rico en el mundo, el creador de Microsoft, Bill Gates. El segundo en la lista, Warren Buffet, un prestigiado inversor. En la tercera posición, el dueño de casi todas las telecomunicaciones en México, Carlos Slim Helú.
Y así, la lista sigue con empresarios, financieros, inversores. Sin embargo, la posición 701 tiene un toque distintivo… está ocupada por un narcotraficante: el ahora célebre, “Chapo” Guzmán Loera.
Pero, ¿quién es este tan sonado personaje? Con 55 años de edad y una fortuna, estimada en mil millones de dólares, Joaquín Guzmán Loera es probablemente el delincuente más buscado en México y el segundo en la lista del FBI. Es el líder del cártel de Sinaloa, y se encuentra prófugo de la justicia desde 2001, cuando escapó de la prisión de Puente Grande en Jalisco.
Así es, este famoso criminal ahora aparece en revistas de finanzas. Es parte de un ranking de millonarios, y se ubica a la par de otras personas por demás influyentes como Emilio Azcárraga Jean o Alfredo Harp Helú.
Como consecuencia de esto, claramente la imagen de nuestro país quedó por los suelos. Los medios estadounidenses se regocijan burlándose de nuestras autoridades, de nuestra sociedad y de nuestros problemas.
A manera de defensa, el Presidente Felipe Calderón manifestó su enojo e incluso aseguró que este nombramiento es parte de una campaña de desprestigio en contra de nuestro país. Sea o no sea con una mala intención, el hecho es que el mundo cada vez tiene una concepción más pobre de lo que México significa.
Es muy triste que se elaboren juicios de esta magnitud. Es verdad que nuestro país padece del grave mal del narcotráfico. Sin embargo, no es el único ni el caso más grave. Además, habría que recordar que precisamente los que mayor alusión hacen al problema, son los principales consumidores de droga.
Si alguien nos hubiera dicho que esto habría de suceder, estoy segura que todos habríamos soltado una carcajada. Suena completamente risible y hasta cómico que un delincuente sea honrado con un reconocimiento de este calibre. Sin embargo… pasó.
En este caso, como en todo, hubo beneficiados y perjudicados. El que ganó fama y popularidad fue el Chapo. Es ridículo, pero al paso que va, es probable que este sujeto termine dando autógrafos. Por otro lado, México perdió –¿por qué no?– un poco más de reputación. No obstante, y sin lugar a dudas, la revista Forbes también perdió prestigio y credibilidad.
¿Quién podría confiar en una publicación que exalta y celebra las acciones de un delincuente?, ¿que compara las fortunas producto de ingenio, esfuerzo y dedicación, con los millones generados por ilegalidades, violencia, y hasta con sangre?
A pesar de que en este tipo de listas figuren casos genuinos de mexicanos, es una realidad que nuestro país es uno de los más pobres del mundo. Sin embargo, y muy a pesar de las críticas y enjuiciamientos de otros, también es una realidad que la mayoría de los mexicanos saben cómo ganarse honradamente la vida.
Cynthia Castañeda
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