El archi publicitado proyecto de la llamada "revolución bolivariana", contenido en el modelo del "nuevo socialismo del siglo XXI", inventado en Cuba por Fidel Castro –como muestra de castrismo tardío– y que fue impuesto en Venezuela por Hugo Chávez y luego imitado con diferentes intensidades por Evo Morales en Bolivia; Rafael Correa en Ecuador; Daniel Ortega en Nicaragua; Fernando Lugo en Paraguay, y algunos pequeñísimos países caribeños, pero en cambio, refutado y rechazado exitosamente por las instituciones democráticas en Honduras, ha logrado manifestar estruendosamente su "gran éxito económico", con la brutal devaluación de la moneda venezolana, el "bolívar", en 50 por ciento. Fue inevitable "el viernes negro" ocurrido el 8 de enero.
Esto quiere decir que todos los pagos en dólares hechos desde Venezuela, costarán el doble de un día para otro. Los números de las empresas extranjeras se volverán rojos, color de la misma mentada revolución bolivariana. Por supuesto que el tiránico gobierno chavista, se reserva el "derecho" de una tarifa de cambio especial, sin ese efecto devaluatorio para "sus" pagos.
Lo de siempre: dólar restringido o controlado barato para el gobierno y sus amigos (a 2.15), dólar caro legal para todos los demás agentes de la vida económica (a 4.30), y dólar carísimo en el mercado negro o libre (a 6.5). Hace tiempo que escaseaban los productos básicos, y ahora lo serán más.
Ésta es una evidencia más de la inflación galopante que siempre ocurre cuando abunda el papel moneda circulante, sin el respaldo de los productos o servicios correspondientes. Generan mucho ingreso por petróleo caro vendido al exterior y luego puesto en circulación interna, sin su respectivo respaldo en la producción. Así ha ocurrido siempre en las economías que se "hacen" socialistas. Es un sueño de riqueza que se convierte en pesadilla y cruda realidad de pobreza. Así lo hicieron, en su momento, Salvador Allende y Luis Echeverría, entre otros, bajo el nombre del llamado "nacionalismo revolucionario".
La gestión económica de Chávez en los 11 años que ha ejercido arbitrariamente el poder, da como resultado la pérdida del valor del bolívar en 90 por ciento. ¡Que exitazo de gestión! El fundamento de la misma ha sido el planteamiento de uno de sus "formidables" asesores, el germano-mexicano Heinz Dieterich.
Él inventó la "escuela de Bremen", de la que es supuesto fundador, para con modelos matemáticos muy precisos poner al día a Marx y Engels; también aplica las tesis del "socialismo" de Jesús el Nazareno, como sostiene en su libro "Hugo Chávez y el Socialismo del siglo XXI", de la editorial argentina "Nuestra América".
Las elucubraciones de Dieterich combinan las supuestas tesis científicas de Marx y Engels con las de Jesús, "el rebelde palestino clavado en la cruz de la ‘pax romana’"; de Prometeo, "el insurrecto griego en la roca del tirano Zeus", y del sabio Sócrates, "muriendo por la copa de cicuta de sus verdugos".
El resultado de estas combinaciones ideológicas, sostiene el fantástico ideólogo chavista, "sería igual al que Immanuel Kant descubrió en su reflexión sobre la sociedad mundial ‘con intención ciudadana’, hace 250 años; que Hegel sistematizó hace 200 años en su filosofía de la historia universal y que Marx y Engels fundamentaron científicamente hace 150 años: el ‘genoma’ de la historia está programado para el reino de la libertad".
La realidad es que ahora, los venezolanos padecen las consecuencias dramáticas de esas ideologizaciones, con la pérdida de libertades de reunión, expresión, comunicación, propiedad, comercio, mercado, educación; es decir, la pérdida del sistema de libertades que permite la realización personal y familiar de los ciudadanos verdaderamente libres.
Las empresas multinacionales que todavía no han sido expropiadas, algunas de ellas muy "cooperadoras" con las iniciales campañas electorales chavistas, son las que pagarán el costo de su "pragmatismo" o su "ceguera". Ahí están ubicadas el BBVA, Telefónica, Mapfre y Repsol. Otras ya fueron expropiadas como las cementeras, harineras, cerealeras, bancos y todo lo que se le ha ocurrido a Chávez. Estos días, el tirano de Sabaneta ha pedido al "pueblo y al ejército" que denuncien a los que suben precios, a los reetiquetadores, para intervenirlos y cerrarlos temporalmente, como ya ocurrió con un hipermercado de la cadena colombiana "Éxito". Irán más, por supuesto.
La euforia chavista despilfarra miles de millones de dólares de los cuantiosos ingresos del petróleo en equipo militar aéreo, marítimo y terrestre, en armas y municiones, subvenciones a la guerrilla en Colombia, financiamiento a los llamados "círculos bolivarianos y globalifóbicos".
Gasta en la "guerra de propaganda" en toda América Latina, tanto en política con el "nuevo socialismo del siglo XXI", como en materia pseudo religiosa: "teología de la liberación" y "teología indígena", así como el "culto panteísta y neopagano a la pachamama" en el llamado "Mercosur religioso".
Chávez despilfarra recursos en la creación de televisoras, bancos y mecanismos comerciales "continentales", que supuestamente enfrentan a los otros ya existentes, en el proyecto "del mundo unipolar del pensamiento único, capitalista, imperialista y neoliberal en decadencia"; así como proyectos de bloques militares cuasi continentales vinculados con países de África y Asia, las alianzas estratégicas con Kadafi, de Libia, y Ahmadineyad, de Irán, en proyectos políticos, estratégicos y militares que incluyen el desarrollo de energía nuclear.
Éstas son las causas verdaderas del desastre económico que ahora pagarán los venezolanos, como en su tiempo lo pagaron los rusos, los europeos detrás de la cortina de hierro, los nicaragüenses, los asiáticos y los cubanos socialistas de nuestros días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario