La crisis económica se niega a dejar que nuestro bolsillo se recupere. Los precios aumentan y los sueldos se mantienen al mismo nivel que el año pasado. Para quienes tienen la fortuna de tener trabajo. Sin hablar de aquellos que se mantienen en las estadísticas del desempleo. El poder adquisitivo disminuye en términos generales y hay quien prevé que la crisis puede seguir hasta el próximo año. ¿Tú cómo estás enfrentando la crisis?
LA CUESTA DE ENERO… Y DE FEBRERO… Y DE MARZO…
Todos hemos visto y sufrido el aumento de precios en el consumo de bienes básicos y, en general, de cada uno de los productos y bienes que compramos. El agua aumentó su precio y los diputados federales avalaron un incremento de 1 por ciento al IVA. Atestiguamos cómo nuestro bolsillo cada vez se adelgaza más rápido si compramos los mismos bienes que siempre. Y esto es explicable.
Para pagar lo mismo necesitamos más dinero. Los sueldos no se han ajustado en la medida en que los precios aumentan y, lógicamente, nuestro poder adquisitivo se ve disminuido.
Además, los costos de producir energéticos, como gas, electricidad, gasolina y diesel también han aumentado, por lo que nos cuesta más ir de la casa al trabajo y de éste hacia el hogar. Asimismo, toda aquella producción que emplee como energético a alguno de estos productos ha aumentado sus costos y precios.
Diciembre es un mes en el que el consumo en varios mercados aumenta. Si consideramos que el ajuste de salarios fue mínimo en general respecto al año pasado, y tenemos en cuenta que los precios han aumentad de forma significativa, entendemos la razón por la que nos falta dinero para cubrir todos nuestros gastos.
El sector empresarial de nuestro país aseguró en enero pasado que la crisis económica se mantendría al menos buena parte de este 2010. El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Armando Paredes Arroyo, indicó que si este año será difícil, también 2011 podría ser complicado.
Por su parte, el Nacional aseguró, también en enero pasado, que la institución tendría un incremento del 50 por ciento en sus préstamos durante ese mes. Si en enero de 2009 se prestó un total de mil 100 millones de pesos, en el mismo mes de este año se darían mil 670 millones de pesos.
Por si fuera poco, la crisis económica no cede en cuanto a que sigue provocando una tasa de desempleo alta. El año pasado el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportó 360 mil empleos perdidos y este año se prevé que la cifra sea aún mayor.
Hoy en México hay cerca de 3 millones de personas sin empleo. La Población Económicamente Activa (PEA) de nuestro país es de más de 47 millones de personas, por lo que cerca del 5 por ciento está sin trabajo, aun buscando y queriendo trabajar.
Si alguien sufre con la crisis económica son las familias y no las empresas. Las empresas tienen muchas herramientas para sortear la crisis: pueden diferir pagos, asumir deuda, tienen mayores facilidades para pagar créditos, entre otros. Las personas concretas, las familias, no tienen tantas facilidades. O pagan o no pagan, con las consecuencias que esto acarrea.
Curioso y aparentemente contradictorio es la afirmación de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicios y Departamentales (Antad) en el sentido de que ese sector aumentó sus ingresos en el mes de enero. Sin embargo, el segmento poblacional al que se dirigen es el de ingresos medio, medio-alto y alto, por lo que quienes sufren los impactos de la crisis son los más pobres.
¿QUÉ HACER FRENTE A ESTA CRISIS?
Aun así, hay cuestiones básicas que debemos tomar en cuenta para enfrentar con mayor fuerza la crisis económica que hoy sigue impactando nuestros bolsillos. Aquí te presentamos los consejos del académico de la Universidad Panamericana, Jesús de Alba Monroy, para que los tengas en cuenta la próxima vez que pienses en utilizar tu dinero.
Ajustar los hábitos de consumo a lo estrictamente necesario. En muchas ocasiones solemos gastar en bienes que quizá no necesitamos tanto. Esto significa privarnos de gastar en bienes y servicios de lujo que pueden ser postergados.
Seleccionar cuidadosamente los servicios en los cuales gastar el dinero. Dentro de nuestros hábitos de consumo tenemos una lista de bienes y servicios que consumimos con cierta regularidad. Hay que evaluar qué cosas podemos comprar, que satisfagan nuestras necesidades al menor costo.
Racionalizar el gasto. Hay que prohibirnos gastar por impulso. Es nuestro deber administrar la liquidez. Si podemos diferir pagos (que no es lo mismo que evadirlo), hagámoslo. Si no es posible pagar nuestras deudas de un golpe, debemos asumir el hecho, siempre y cuando seamos capaces de cumplir nuestras obligaciones financieras difiriéndolas un poco.
Apoyar solidariamente a los que tenemos cerca. Si vas de compras, procura ir a donde te den mejores precios por lo que obtienes. Aún más, si vas a comprar víveres para tu casa, considera que tienes familia (hijos, hermanos, incluso vecinos) que hacen lo mismo que tú. Pónganse de acuerdo para comprar víveres al mayoreo, de modo que puedan obtener las mejores condiciones de precios para todos.
Si estos consejos te son de utilidad o tienes más sugerencias que hacer, escríbenos. Intercambiemos información para hacer más llevadera esta crisis económica. Por nuestro bien y el de los nuestros.
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