La astrología y el deseo de adivinar el futuro siguen de moda hoy como hace muchos siglos. Hechiceros, brujos, adivinos y expertos en horóscopos quieren descubrir y revelar el futuro, lo que va a pasar.
Quizá nos pueda ayudar, para colocar en su sitio una moda que inquieta a muchos, recordar algunas críticas que “los antiguos” hicieron contra la presunción de saber qué va a ocurrir mañana, pasado mañana o en un mes, críticas que valen a pesar del paso de los años.
No se trata de otra película sobre deportes y victorias en el último momento, aunque algo es posible aprender acerca del rugby, ni es la dramática vida de Mandela, sino una poderosa narración sobre el estilo de liderazgo de un político pragmático que sabe que sin el apoyo de los blancos, considerados por sus copartidarios y votantes como el enemigo, su gobierno fracasará.
Mandela aprovecha el simbolismo del equipo de rugby para mostrar a los sudafricanos que el país requiere la unión y el esfuerzo de todos, teniendo el perdón y la reconciliación como actitudes fundamentales.
Eastwood dirige con la maestría que lo caracteriza, consiguiendo intensos momentos de suspenso en las escenas de los partidos o relacionados con la seguridad del presidente sudafricano. Y por supuesto obtiene lo mejor de los actores, ya sean los protagonistas o los extras.
Así tenemos breves, pero significativas escenas en las que vemos a Mandela o a Francois Peinar (interpretado por Matt Damon), el capitán del equipo, liderar con el ejemplo: Mandela se sacrifica por su país trabajando hasta poner en riesgo su salud, y dona la mitad de su salario, que considera demasiado alto, a obras de beneficencia; Peinar es humilde, trabaja duro y está consciente de su responsabilidad, así que es el primero en respetar la disciplina del equipo, iniciar el entrenamiento o fomentar el respeto a los nuevos símbolos patrios.
Por otro lado, las personas comunes nos muestran cómo la división racial, los prejuicios y la desconfianza van desapareciendo, ya sea entre empleados del gobierno, en relaciones obrero-patronales, o entre algún niño negro indigente y los policías blancos, conforme la población se inspira por una visión común.
Aunque pudo ser el papel de la vida de Freeman, quien también colabora en la producción, éste sabe que no es la biografía de Mandela, y se limita a cooperar con el equipo, actuando con gran mesura y reflejando, con apenas unos gestos, la responsabilidad que carga sobre los hombros, lo que ayuda a dar realismo a su relación con Damon, quien también está a la altura del rol.
La partitura musical, compuesta por la hija de Eastwood, y algunas canciones del propio director, se componen de sonidos propios de la música folclórica sudafricana y sirven muy bien a la historia, pues subrayan los momentos más emotivos.
Por otro lado, aunque Eastwood ha declarado no ser religioso, hemos visto en su filmografía que el tema le preocupa. En esta ocasión no aborda el asunto directamente, pero está latente y no podemos ignorar sus declaraciones: "No soy religioso, pero se requiere de alguien con una moralidad superior para comportarse como Mandela lo hizo. Cristo dijo: ‘Perdónalos porque no saben lo que hacen’. Mandela estaba haciendo lo mismo".
Sin duda, es más de un ejemplo para los líderes (políticos y deportistas), y habitantes de países que tienen muchísimos más recursos y menos conflictos sociales, cuyos nombres no hace falta mencionar… pero si sus políticos no son capaces de ponerse de acuerdo para resolver los problemas nacionales, ¿será que la selección nacional ¬–de cualquier deporte–podría emplearse para hacer un mejor papel?
Clasificación: A (Estados Unidos: PG-13, adolescentes).
Algo de lenguaje vulgar, consumo de tabaco y alcohol, algunas escenas de violencia deportiva, y en manifestaciones populares.
Frases memorables:
"(El presidente) no es un dios. Es un hombre con problemas de hombre".
"El día que me preocupe por perder capital político es el día que dejaré de estar apto para dirigir este país".
"Inspiración. Lo que necesitamos es inspiración para darnos cuenta de que el país necesita que cada uno de nosotros superemos nuestras propias expectativas".
"Agradezco a los dioses/Por mi alma inconquistable… Soy amo de mi destino/Soy el capitán de mi alma" (del poema "Invictus").
"El perdón libera el alma. Elimina el miedo. Por eso es una herramienta tan poderosa".
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