Thomas Craven (Mel Gibson) es un padre viudo y veterano detective de homicidios de la ciudad de Boston. Cuando su única hija, Emma (Bojana Novakovic), de 24 años de edad, es asesinada frente a la puerta de su casa, todo el mundo asume que Thomas era el objetivo.
Sin embargo, Craven descubre que la muerte de Emma es en realidad una pieza en un rompecabezas de intriga y corrupción política y empresarial, y decide seguir la investigación para descubrir a los verdaderos culpables, sin importar el precio que deba pagar.
Basada en la miniserie británica de televisión de 1985, la trama de la película es sencilla, pero el suspenso está muy bien construido y la gran cantidad de personajes, todos muy convincentes, mantienen atento al espectador hasta el último momento.
El director Martin Campbell (también director de la versión televisiva) se centra en el intento de un padre por darle sentido a la muerte de su hija, especialmente porque se siente culpable. Asimismo, se hace un gran esfuerzo por mostrar el amor que se tenían, ya sea a través de recuerdos o conversaciones entre Tom y el espíritu de Emma.
Y aunque el espectador debe decidir si son imaginarias o reales, son el vehículo para subrayar la creencia de Tom en la vida después de la muerte, lo que también se muestra con sus oraciones sobre el cuerpo inerte de su hija.
Gibson ya se ve grande, pero esta cinta definitivamente no es “Arma Mortal V”. Es su primer papel como protagonista desde 2002 y su caracterización como un hombre que no tiene nada más que perder es excelente.
Si bien el fin nunca justifica los medios, la integridad –y quizá la obsesión que corrompen el deseo de justicia en sed de venganza– del personaje en la búsqueda de la verdad y su redención, son contrastados con la corrupción en el cuerpo policiaco y el servicio público, y sirven como ejemplo para que el agente secreto más despiadado del gobierno, (interpretado con maestría por Ray Winstone), cambie su cínica perspectiva de la vida.
Clasificación: B-15 (Estados Unidos: R, adultos)
Escenas gráficas de violencia intensa, incluyendo tiroteos y asesinatos a sangre fría; algo de lenguaje vulgar. ¡No hay desnudos!
Frases Memorables:
“(Amigo policía) no espero que seas perfecto… siempre haz lo mejor que puedas por tu familia, ve a trabajar todos los días y di lo que piensas. No lastimes a nadie que no lo merezca y nunca aceptes nada de los malos”.
“Mejor decide si estás colgado de la cruz, o estás martillando los clavos”.
“Soy el tipo que no tiene nada que perder, y no me importa”.
“¿Por qué no todos los casos reciben atención especial? (y no sólo cuando es alguien relacionado con la policía)".
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