Un buen amigo me dijo un vez que ‘la vida es lo que esta sucediendo mientras nos ocupamos de hacer planes’.
Y ahora, a la vuelta de los años, me doy cuenta de cuanta razón encierran esas palabras, pues, mientras nos ocupábamos haciendo planes, nuestros hijos crecían, la gente que amábamos se alejó o, lo mas triste, murió, nuestro cuerpo ya perdió su forma, y nuestros sueños ya se están desvaneciendo.
Nadie puede garantizar que estemos aquí mañana. “Ahora” es el único tiempo que tenemos. Vivimos temiendo lo que pudiera pasar en el futuro: que no tengamos suficiente dinero, que nuestros hijos tengan problemas, que podemos enfermar o hasta morir.
La mejor estrategia para combatir el miedo a vivir el “Ahora” es aprender a concentrar nuestra atención en el presente.
Todos, en esta vida, tenemos sueños y cuando no los logramos nos llenamos de desaliento, la palabra secreta para atacar esa sensación de fracaso es la perseverancia del día a día, es decir “Ahora”.
Siempre ten presente estas cosas de la vida:
Que la piel se arruga, el pelo se vuelve blanco y los días se convierten en años.
Lo importante no cambia; tu fuerza y tu convicción no tienen edad.
Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.
Detrás de cada línea de llegada, siempre hay una de partida.
Detrás de cada logro, hay otro desafío.
Mientras estés viva, siéntete vivo.
Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas.
Sigue aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa el bastón.
¡Pero nunca te detengas!
Madre Teresa de Calcuta
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