Con tan sólo 17 años ya es todo un prodigio en la música, pues a su corta edad se ha convertido un director de orquestas sinfónicas de talla internacional y conoce perfectamente más de 40 sinfonías, conciertos, ballets y óperas, estamos hablando de Alexander Prior, un joven londinense que promete una carrera excepcional.
Actualmente su nombre hace ruido tanto en el mundo de la música como en los medios de comunicación por su próxima incorporación a la Orquesta Sinfónica de Seattle como ayudante de los directores que arriben durante los siguientes seis meses.
Es decir, sin llegar aún a la mayoría de edad ya posee un empleo por el que muchos morirían: la oportunidad de no sólo pertenecer a una de las orquestas más grandes del mundo, sino de dirigirla e incluso de aportar nuevas ideas a ella.
Pero el éxito de Alexander no le ha llegado de la noche a la mañana, la realidad es que su talento se ha presentado desde que tenía cuatro años de edad, cuando su madre lo llevó a una función de “El lago de los cisnes” y de regreso a casa había memorizado la música.
Asimismo, empezó a componer a los ocho años y a los 11 ya había creado un réquiem en honor a los niños que murieron en el atentado terrorista de la escuela de Beslan, en Rusia, en 2004.
A los 12 estuvo en el programa Jóvenes Compositores de la BBC y a los 13 ingresó al Conservatorio de San Petersburgo, donde estudió composición y dirección.
Mientras que su debut en Inglaterra como director fue en el año 2007, conduciendo a la Orquesta Sinfónica Nacional en el centro de arte londinense Barbican.
El mismo año dirigió a la Orquesta Sinfónica Estatal de San Petersburgo, en un programa que contempló sólo composiciones suyas, aunque ha llegado a interpretar a la perfección obras de famosos compositores, como “La novia del zar” de Rimski-Korsakov, “La Traviata” de Verdi y “El cascanueces” de Tchaikovsky.
A finales del año pasado, en el concurso británico “Competición de Conductores”, dirigió a la Orquesta de la Ópera del Norte, interpretando la Tercera Sinfonía del finlandés Jan Sibelius.
En esa ocasión David Whelton, director de la prestigiosa Orquesta Philarmonia de Londres y presidente del jurado, escribió: "Quisiera felicitar a Alexander Prior, un joven talento excepcional. Estoy ansioso por ver cómo desarrolla su carrera en los próximos años".
Y a pesar de todo su talento y grandes éxitos, la mayor de sus cualidades es la humildad, pues aunque muchos podrían pensar que con su historial es fácil perder los pies de la tierra, Alexander cree que simplemente es parte de un equipo, de la orquesta, en donde lo importante no es quien dirige, sino las cualidades musicales de los integrantes.
Además, a sus 17 años encuentra injusto que lo llamen prodigio, porque para él esto "significa que todo el talento está listo, que no hay nada que alcanzar, no hay avance posible, cuando cree que aún le falta mucho camino por recorrer.
Sin lugar a dudas, Alexander Prior es un nombre que seguiremos escuchando por un largo tiempo, pero sobre todo, esperemos que sea un recordatorio de que a pesar del gran talento que se tenga, siempre se forma parte de un equipo.
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